Una población masiva de saltamontes está proliferando en el oeste de EE.UU., donde una severa sequía creó las condiciones favorables para que los huevos de estos insectos eclosionen y sobrevivan en masa hasta la edad adulta.
Oregón y Montana son los más afectados, aunque otros trece estados también experimentan graves daños, según los datos del servicio de inspección de sanidad animal y vegetal del Departamento de Agricultura de EE.UU.
Los saltamontes no son intrusos en estas áreas, pero sus poblaciones estaban bajo control. Habitualmente, la mayoría de sus larvas mueren antes de convertirse en adultos alados dado que son susceptibles a patógenos y a las condiciones del tiempo.
No obstante, la cantidad de insectos en la parte occidental de EE.UU. empezó a dispararse en la primavera de 2020 debido a los inviernos más cálidos y secos que favorecieron su supervivencia. El crecimiento de la población de estos insectos conlleva daños considerables para la agricultura y el ecosistema local.
“El mayor consumidor de biomasa del país no es el ganado, no es el bisonte. Son los saltamontes”, señaló Helmuth Rogg, entomólogo y científico agrícola que trabaja para el Departamento de Agricultura del estado de Oregón. “Comen y comen desde el día en que nacen hasta el día en que mueren. Eso es todo lo que hacen”.
“Cuando atraviesan un campo, arrasan con todo lo que hay allí, […] el daño que causan cuando llegan a los cultivos es horrible”, dijo Tylor Lorenz, ranchero que vive cerca de la frontera entre Oregón y California. “Es un flagelo de la Tierra”, sostuvo Richard Nicholson, otro ganadero del estado de Oregón.
Controlar la población de saltamontes puede ser un desafío. Mientras crecen, son susceptibles a un insecticida específico, la dimilina. Sin embargo, una vez alcanzan la madurez, es difícil acabar con ellos, excepto con productos químicos que podrían se prejudiciales también para otros insectos.
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