PLAYA DEL CARMEN, Q .ROO.- Carlos Joaquín González, gobernador de Quintana Roo, cumple su primer mes llevando las riendas del Estado; tarea complicada, pero no imposible y de la cual vale la pena hacer un análisis sobre el estado que guardan las cosas.
Primero, es justo decir que “las mismas vueltas que requiere una tuerca para ajustarla son las mismas que requiere para salir” así que será mejor hacerse a la idea de que el cambio, de darse, será gradual y doloroso, sobre todo para aquellos que no están de acuerdo con el novel gobernador.
Criado en el priismo, Carlos Joaquín supo capitalizar el desencanto contra el borgismo, pero no lo hizo solo, fueron necesarios recursos para operar la campaña y es tiempo de devolver el favor.
Y aquí es donde “la puerca torció el rabo”, porque a Carlos Joaquín se le juntan primero los compromisos de campaña para el que lo apoyó y los compromisos con los quintanarroenses, es decir más y mejor: empleo, seguridad, salud y justicia.
Hoy cumple un mes de su mandato, y siendo sinceros es muy poco tiempo para ver resultados, pero ya los hay, para empezar 195 personas fueron despedidas, son pocas en comparación con las más de 300 que tradicionalmente eran corridas en otros mandatos, dijo en su momento Manuel Alamilla Ceballos, oficial mayor del Gobierno del Estado.
Para tranquilidad de algunos burócratas, Francisco López Mena, secretario de Gobierno, reveló que sólo se han contratado cuatro “poblanos”, así que pueden respirar aliviados, pero hay otra parte, la sociedad quintanarroense y ésta no perdona.
Con grandes retos por delante como la inseguridad, el desempleo, los servicios de salud, la contaminación, auditorias y sobre todo algunos servidores públicos borrachos de poder, el trabajo pinta difícil, pero no imposible.
Carlos Joaquín tiene la oportunidad histórica en Quintana Roo de ser recordado como agente de cambio constructivo o integrarse a la lista de gobernadores corrompidos por aquello contra lo que prometieron luchar.
Habrá que ver, y esperar armados con mucha paciencia, porque ni Carlos Joaquín podrá arreglar de un día para otro, administraciones pasadas plagadas de saqueo, abusos y corrupción; poco a poco se va lejos.
Fuente: ElQuintanaRoo.mx
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