Un grupo de cinco activistas ecologistas del colectivo “Ultima Generazione” rayaron este lunes con pintura rosa la fachada del Palacio Madama, la sede del Senado de Italia, en un nuevo acto de protesta de este grupo para alertar contra la crisis climática.
Tres de los responsables fueron arrestados en plena acción y deberán comparecer ante el tribunal de Roma, informaron las Autoridades italianas, mientras que otros dos fueron denunciados por darse a la fuga.
“El Gobierno italiano es criminal porque financia los combustibles fósiles”, afirmaron los activistas, que también alertaron sobre un futuro “sin comida” y con una Italia “desertificada” por culpa del cambio climático, según se ve en varios vídeos que circulan en las redes sociales.
En la base del gesto está la desesperación que deriva de la sucesión de datos cada vez más alarmantes sobre el colapso ecoclimático, que ya ha comenzado, y la indiferencia del mundo político ante lo que promete ser el mayor genocidio en la historia de la humanidad”, apuntó el colectivo en un comunicado.
Las reacciones de los líderes de las instituciones italianas en contra del ataque al Palacio Madama, edificio histórico construido en el siglo XV y que alberga importantes obras de arte, no tardaron en llegar.
Estoy con el presidente del Senado y todos los senadores y condeno el gesto ultrajante, incompatible con cualquier protesta civil”, declaró en un comunicado la primera ministra, Giorgia Meloni.
Por su parte, el presidente de la Cámara Alta, Ignazio La Russa, lamentó: “El Senado fue elegido cobardemente porque a diferencia de otras instituciones, nunca se ha considerado la necesidad de crear un área de seguridad alrededor del edificio, hasta ahora”.
El vicepresidente del Gobierno y ministro de Infraestructuras, Matteo Salvini, dijo de sus autores que “son vándalos, no activistas. Es necesario un castigo ejemplar para quienes desfiguran y dañan obras de arte, cuadros, museos y monumentos históricos, no sin antes limpiarlo todo y reparar el daño causado”.
Por su lado, el presidente de la Cámara de Diputados italiana, Lorenzo Fontana, condenó “enérgicamente” lo ocurrido y recordó que las instituciones “representan una pieza fundamental de la democracia y, como tales, deben ser respetadas”.
El grupo de activistas responsables del ataque forma parte de “Ultima Generazione”, la división italiana de “Extintion Rebellion”, un grupo internacional que promueve la desobediencia civil y acciones de protesta para llamar la atención sobre la crisis climática.
En los últimos meses se repitieron ataques a obras de arte y edificios históricos en Europa: en octubre un grupo ecologista lanzó puré a un cuadro de Monet en Alemania, en noviembre dos activistas se pegaron a dos cuadros de Goya en Madrid y en diciembre varios manifestantes pintaron el Teatro de la Scala de Milán, entre otras protestas.
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