Desde que inició la pandemia se multiplican los proyectos de inoculación contra el Covid-19 a través de parches, propuesta que podría revolucionar la manera en que se administran las vacunas.
La técnica evitaría las crisis de llanto de algunos niños, temerosos de las jeringas. Pero presenta sobre todo ventajas en materia de distribución, o de mayor eficacia.
Un estudio en ratones revelado el viernes en la revista “Science Advances” mostró resultados prometedores.
“obtuvimos una respuesta de anticuerpos muy fuerte, incluso en los pulmones, lo que es importante para el covid-19”, señaló el investigador, que destacó que los resultados “rebasaron” por mucho los de la vacunación por aguja.
El parche usado es un plástico cuadrado de 1 x 1 cm, con más de 5 mil minúsculas puntas en la superficie, “tan pequeñas que ni pueden verse”, describió David Muller, coautor del estudio y virólogo de la universidad de Queensland, Australia, en delcaraciones a la AFP.
Las puntas están recubiertas con la vacuna, penetrando la piel cuando se coloca el parche, que se coloca con un aplicador (parecido a un palo de hockey) y apenas se siente.
Los investigadores usaron una vacuna llamada subunitaria, que reproduce la proteína spike propia del virus SARS-Cov-2.
Burak Ozdoganlar, profesor de ingeniería en la universidad Carnegie Mellon de Pittsburgh, Estados Unidos, también trabaja en los parches desde 2007.
El parche que usaron en el estudio publicado el viernes fue fabricado por la sociedad australiana Vaxxas. Ensayos clínicos de fase 1 están previstos a partir de abril.
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