Esteban Moctezuma, titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP), afirmó que en tiempos de incertidumbre, los maestros de México son una certeza, “con su trabajo diario, decidido, dedicado y silencioso”.
Con motivo del Día del Maestro, destacó que la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), hizo un reconocimiento por el programa “Aprende en Casa“, de la SEP, puesto en marcha ante la emergencia sanitaria por el coronavirus COVID-19.
Si hay algo que sentimos hoy en su día es que se les extraña, sobre todo, sus niñas y niños les extrañan mucho, se les extraña porque se les reconoce que las maestros y maestros son insustituibles”.
Moctezuma Barragán agradeció también a todas las empresas televisivas y radiofónicas, públicas y privadas, que contribuyen de manera gratuita a difundir los contenidos educativos para continuar la enseñanza a distancia durante el confinamiento, para no interrumpir la preparación de los estudiantes.
Indicó que las y los maestros tuvieron que arrancar desde cero y crear un sistema de educación a distancia desde casa, lo que demuestra el compromiso del magisterio con la educación mexicana.
Se ha revalorado al magisterio con el impulso de las tecnologías de la comunicación, se capacitaron 800 mil maestras y maestros, que demostraron su afán de prepararse y actualizarse siempre”.
Añadió que los docentes han resuelto uno de los mayores desafíos, “adaptarse a condiciones imprevistas. Acondicionaron sus hogares para seguir vinculados con sus alumnos para atenderlos”.
Aseveró que pese a los problemas económicos, el gobierno federal les ha mantenido sus ingresos durante el confinamiento.
Moctezuma afirmó que la experiencia de la pandemia deja enseñanzas como definir a dónde debe encaminarse el sector educativo, fortalecer los valores morales, culturales y espirituales, reconocer a la familia como la mejor institución.
Así como reconciliarse con el medio ambiente, fortalecer el sistema inmune con mejor alimentación y ejercicio, darle valor al conocimiento académico y armonizar los saberes de la vida con la vida escolar.
El mundo ya no es el mismo que hace unos meses y la experiencia deja la convicción de que no se ha roto el vínculo maestro-alumno”.
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