El uso de la mascarilla en espacios abiertos como método de prevención de contagios por el coronavirus dejó de ser obligatorio en Beijing a partir de este domingo, informó el Centro de Prevención y Control de Enfermedades de la capital china.
No obstante, las autoridades sanitarias capitalinas recomendaron que se sigan manteniendo distancias de seguridad con el resto de conciudadanos.
Desde enero, la mascarilla se había convertido en indispensable en la ciudad. Muchas tiendas no permitían el acceso a sus instalaciones sin su uso, y los agentes de las fuerzas de seguridad exigían a los viandantes que se la hubieran retirado momentáneamente que se la colocaran de nuevo.
La nueva normativa llega cuando faltan cinco días para que comience la sesión anual de la Asamblea Nacional Popular (equivalente al Parlamento) en el Gran Palacio del Pueblo de Beijing, y después de varias semanas sin que la capital registre nuevos positivos por el virus.
Según los datos publicados en las últimas horas por la Comisión Nacional de Sanidad de China, quedan en el país asiático 86 contagiados activos de coronavirus, de los cuales 10 se encuentran en estado grave. Desde el inicio del brote, China ha registrado 4.634 muertes por la COVID-19 entre los 82.947 infectados diagnosticados hasta el momento.
Sin embargo, el relajamiento de la medida llega aunque las autoridades no consideren que se haya vencido a la pandemia: los temores de una segunda ola han aumentado a medida que han surgido grupos en las provincias del noreste y en la ciudad central de Wuhan.
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