El terremoto que sacudió a Haití el pasado 14 de agosto ha cobrado al menos la vida de 2 mil 207 personas; mientras que 344 personas siguen desaparecidas, según los últimos datos.
Además, se contabilizan 12 mil 268 personas heridas en el sismo de magnitud 7.2; mientras que cerca de 53 mil casas fueron destruidas y más de 77 mil dañadas, dijo la autoridad.
Una semana después del terremoto, los sobrervivientes luchan por conseguir agua y alimentos; pero responder a las necesidades básicas de los afectados sigue siendo un reto para las autoridades.
En las calles, los haitianos han estado luchando a diario para encontrar agua y alimentos mientras los convoyes humanitarios comienzan a distribuir productos de primera necesidad, pero a menudo en cantidades insuficientes.
Si bien la Defensa Civil haitiana se esfuerza por coordinar la ayuda que llega de una gran cantidad de actores internacionales y nacionales; esta última catástrofe natural ha golpeado a Haití en un momento en que el país se encuentra en plena crisis política.
Hace apenas un mes que el presidente Jovenel Moise fue asesinado en plena noche en su residencia por un comando armado de mercenarios colombianos.
La investigación para determinar quién está detrás del ataque está paralizada.
Antes de su asesinato, el denostado jefe de Estado gobernaba en solitario, por decreto; porque no había organizado las elecciones legislativas que debían celebrarse en 2018.
En una sesión extraordinaria de la Organización de Estados Americanos (OEA) celebrada el viernes, el primer ministro de Haití; Ariel Henry, se comprometió a trabajar para celebrar elecciones nacionales “lo antes posible”.
TE PUEDE INTERESAR: Ladrón termina sometido por dueño de la casa que intentó robar en Chetumal
Sé el primero en comentar