>>El empresario y sedicente titular de las “Autodefensas de Quintana Roo”, Carlos Mimenza Novelo regresa con las agresiones por las que se ha hecho conocido, ahora le desea la muerte a la hija de un guardia de seguridad
CHETUMAL, QUINTANA ROO.- Carlos Mimenza Novelo, empresario quintanarroense y quien se ha visto envuelto en sendos procesos judiciales por los delitos de amenazas, en contra de la libertad de expresión y quien tendría que estar en prisión luego del resolutivo del Poder Judicial Federal, continua envuelto en actos de violencia al desear la muerte de la hija de un guardia de seguridad.
PERMITIR EL ACCESO A UN GRUPO DE MUJERES, EL PRETEXTO
Como puede apreciarse en un video grabado en el lugar de los hechos, el colérico empresario quien ha ofrecido información de ciudadanos a los cárteles de la droga “para que los vengan a visitar”, en esta ocasión arremetió contra un grupo de guardias de seguridad del Congreso del estado de Quintana Roo, con el argumento de que dejaran pasar a una mujer al interior.
Ante la negativa de los guardias quienes argumentaron que sólo cumplían con su trabajo, el empresario comenzó a azuzar a los asistentes con gritos condenatorios, de los cuáles trascendió uno dirigido personalmente al guardia.
Gritó entonces: “ojalá y el día de mañana maten a tu hija, para que vengas a impedir el acceso de la gente que está defendiendo el derecho de las mujeres”, gritó en medio del desorden.
Pero el asunto no quedó allí, luego de una breve pausa, Mimenza Novelo volvió a gritar; “el día de mañana que maten a tu hija o a tu hermana van a ver si van a estar muy machitos aquí parados”.
Lo evidente, al analizar los hechos, es que no se trataba de impedir el paso de las mujeres quienes tendrían una causa justa para solicitar ser escuchadas por los representantes populares; en todo caso, se hizo evidente que se trataba de evitar el ingreso de Carlos Mimenza, debido a los antecedentes de su carácter explosivo y polarizado.
EL ÚNICO CON UN COMPORTAMIENTO ANTISOCIAL
A pesar de que, muchos de los asistentes acompañaban a Carlos Mimenza, sólo éste mostró un comportamiento antisocial y de amenazas graves, pues luego de la primera amenaza o “dedicatoria de buenos deseos”, se escucha a uno de sus acompañantes tratando de hacer “entrar en razón” a los guardias.
“Lo comprendemos, no es con ustedes el pedo, es con los diputados; dennos el acceso que nos merecemos y requerimos”.
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