Europa se encuentra en alerta tras un aumento de casos de viruela del mono en países como Reino Unido, España y Portugal.
La viruela del mono es una enfermedad rara y provocada por un virus transmitido de animales salvajes, como los primates, a las personas.
La transmisión secundaria o de persona a persona puede producirse por contacto estrecho con secreciones infectadas de las vías respiratorias o lesiones cutáneas de una persona infectada, o con objetos contaminados recientemente con los fluidos del paciente o materiales de la lesión.
Síntomas de la viruela del mono
La Organización Mundial de la Salud (OMS) destacó que la tasa de letalidad de esta enfermedad se sitúa entre el 1 y el 10% y la mayoría de las defunciones se producen en los niños.
En general, los grupos de edad más jóvenes parecen ser más susceptibles a la viruela del mono.
El periodo de incubación de la viruela del mono, es decir el intervalo entre la infección y la aparición de los síntomas, suele ser de 6 a 16 días, aunque puede variar entre 5 y 21 días.
Sus síntomas incluyen fiebre, dolor de cabeza, dolores musculares, dolor de espalda, ganglios linfáticos inflamados, escalofríos y fatiga.
También pueden aparecer erupciones cutáneas, especialmente en la cara y expandirse a otras partes del cuerpo.
En cuanto al tratamiento, la OMS advierte de que no hay tratamientos ni vacunas específicas contra la infección por el virus de la viruela del mono, aunque se pueden controlar los brotes.
En el pasado, la vacuna antivariólica demostró una eficacia del 85% para prevenir la viruela del mono, sin embargo, la vacuna ya no está accesible al público, puesto que se suspendió su producción tras la erradicación mundial de la viruela.
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