Campañas de miedo

PLAYA DEL CARMEN, Q. ROO.- El grupo de poder que hasta hace poco gobernaba a Quintana Roo está herido pero no muerto. Eso queda de manifiesto con la campaña de miedo impulsada en redes sociales y varios medios de comunicación impresos cuyo fin es crear pánico entre la población. Las mismas estrategias utilizadas en su momento para denostar adversarios son ahora “recicladas” para infundir el temor entre la sociedad.

Magnificar actos vandálicos aislados, propagar presuntos ataques para crear la sensación de inseguridad son las tácticas usadas ahora por aquellos que no quieren aceptar el mensaje que los quintanarroenses emitieron en las urnas en junio pasado. La difusión se hace por medio de perfiles creados ex profeso en redes sociales, así como antiguos “gatilleros” del régimen, aquellos que se vieron huérfanos tras el cambio de poder en el estado y que saben que no podrán sobrevivir sin la subvención gubernamental.

De tal suerte que cambiaron de táctica, y ahora en lugar de atacar a la administración estatal se ocupan de crear una psicosis colectiva para que el ciudadano se sienta temeroso de hacer actividades tan comunes como ir a llenar su tanque de gasolina, hacer sus compras en el supermercado o pasear por el centro comercial. Táctica muy parecida a la de los extorsionadores que llaman por teléfono a sus víctimas y les llenan de miedo asegurándoles que en caso de no seguir sus instrucciones los lastimarán a ellos o a sus familias.

Los grupos que han propiciado saqueos han actuado principalmente en Cancún, donde -se informó- fueron neutralizados por la policía; Playa del Carmen, donde fueron controlados casi de inmediato y sólo alcanzaron a hacer desmanes en un par de gasolineras y en Chetumal, sede de los poderes estatales y el lugar donde hasta ahora se ha registrado la mayoría de los actos vandálicos.

Sería interesante saber quién o quiénes están detrás de estos grupos que han confundido la libertad de manifestación -que debe ser defendida y garantizada por el Estado por ser un derecho de los ciudadanos- con el libertinaje y el vandalismo. Seguramente encontraríamos a personajes que no aceptan que su reinado se acabó y que el poder que ostentaron y del cual abusaron ya no les pertenece.

 

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