La edad, el género y padecer otros problemas de salud aumentan el riesgo de enfermarse más gravemente a causa del nuevo virus.
Cuanto más invasivo sea el tratamiento que reciba, y cuanto más tiempo dure, más tardará un paciente en restablecerse.
La mayoría de las personas contagiadas con el nuevo coronavirus desarrollarán solo los síntomas principales: tos o fiebre. Pero también podrían experimentar dolores en el cuerpo, fatiga, dolor de garganta y de cabeza.
Estos síntomas se tratan con reposo en cama, muchos líquidos y fármacos para aliviar el dolor, como el paracetamol. La fiebre debería calmarse en menos de una semana, aunque la tos pueda persistir.
Un análisis realizado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) a partir de datos de China dice que a los pacientes les toma dos semanas en promedio recuperarse.
La enfermedad puede volverse mucho más grave para algunos. Esto tiende a suceder entre siete y 10 días después de la infección.
La transformación puede ser repentina. La respiración se vuelve difícil y los pulmones se inflaman.
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