Cinco surfistas perdieron la vida esta semanas tras quedar atrapados por un temporal y una gran cantidad de espuma en la playa de Scheveningen, al norte de Países Bajos.
La formación de la espuma fue tan densa que su altura era casi “la misma que una persona”, informan medios locales, que añaden al fenómeno las fuertes olas y el viento, que dificultaron de forma considerable el rescate de los deportistas.
La espuma proviene de una especie de alga bastante común en aguas del norte, que durante el periodo final de floración libera un material residual que forma esta espuma en contacto con el agua y el viento.
La Universidad de Viena indicó en un estudio que la temperatura, así como la cantidad de estas algas, sumado a fuertes vientos y tormentas que muevan el agua, son capaces de generar estas gigantescas espumas.
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