Un grupo de investigadores de varias partes del mundo realizó un estudio donde descubrió que el virus SARS-CoV-2 está relacionado con el nuevo Síndrome Inflamatorio Multisistémico en la población pediátrica.
El de Janet, una pequeña de 11 años de edad, es uno de los casos más graves que ha atendido el Hospital Infantil de México, por COVID-19.
“Cuando me dijeron que estuve intubada sentí que me rompía en cachitos porque en las películas, cuando uno está intubado muere, entonces yo tenía mucho miedo de morir ahí adentro”, narró Janet.
“La experiencia que vivimos fue muy fuerte, muy difícil, dura. No sabíamos ni creíamos que tuviera COVID porque los síntomas que ella presentó fue muy fuerte dolor de estómago, vómito y temperatura, la internaron luego, luego en total 1 mes, 15 días estuvo intubada. Despierta, a los 8 días recae, y a los 3 días la suben a piso, fue muy desesperante, muy feo”, dijo Itzel Carmona, mamá de Janet.
El coronavirus causó que algunos órganos y tejidos de Janet se inflamaran de gravedad.
“Tenía afectación en el corazón, teniendo afectación en los pulmones, al riñón y fue una respuesta muy violenta la de ella, la inflamación que no logramos controlar con los medicamentos habituales”, indicó Héctor Carrillo López, especialista de Medicina Crítica y pediátrica en el Hospital Infantil de México.
Pero el de Janet, no fue un caso aislado, ante el inusual incremento en las manifestaciones cardiovasculares en la población pediátrica, más de 100 investigadores se reunieron para realizar el estudio más grande a nivel mundial para comprobar que el SARS-CoV-2 estaba directamente relacionado con un nuevo síndrome.
El autor principal que coordinó desde el Hospital Universitario Virgen del Rocío, en España, cuenta que se trata del Síndrome Inflamatorio Multisistémico.
“Nosotros lo que vimos es, después de acumular esta experiencia de 286 niños y de más de 17 países europeos, era que la mayoría de estos pacientes -que podían ser hasta 65% de ellos- habían tenido infección por COVID, un porcentaje muy elevado, hasta el 90% que reportamos, había afectación cardiovascular y de esa afectación cardiovascular, lo que vimos es que lo más frecuente era que los pacientes llegaban con shock, con arritmia cardiaca, con derrame pericárdico, o con dilatación coronaria”, explicó Israel Valverde, jefe de Cardiología Pediátrica del Hospital sevillano e investigador del grupo de Fisiopatología Cardiovascular del IBiS.
“Es decir, que lo que estamos reportando era a cualquier pediatra del mundo que se encuentre con un niño con fiebre, con elevación de los marcadores de inflamación en sangre, era cuáles eran las afectaciones cardiacas que tenía que monitorizar”, añadió.
Aún se investiga por qué estas manifestaciones clínicas de COVID son generalmente menos severas en niños que en adultos.
Lo que sí se sabe es que este Síndrome Inflamatorio Multisistémico detectado y tratado a tiempo puede ser curable, aunque lo más importante: es la prevención.
“Por ejemplo, cuando yo estaba afuera del hospital había muchos papás con niños chiquitos, grandes, de todas las edades y sin cubrebocas, sin careta, ninguna protección, me daban ganas de exponerles a la gente lo que yo ya estaba viviendo para ver si así hacían un poquito de conciencia”, dijo Itzel Carmona, mamá de Janet.
“Quiero olvidar esto de mi cabeza, de hecho, hasta no puedo dormir con la luz apagada porque en terapia intensiva era un lugar oscuro y eso en verdad les quisiera decir a todo el mundo que no sacaran a sus hijos porque es un dolor estar en el hospital es algo que a ningún niño se lo deseo”, mencionó Janet.
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