Desde la organización Liga de Bares Autoconvocados, que reúne a propietarios de bares, estiman que hay unos 500 locales de ese tipo en la ciudad de Buenos Aires, de los que dependen unas 5.000 familias.
Estiman que el 90% de ellos no podrá volver a funcionar si no se toma alguna medida de “rescate” o subsidio para la actividad.
Existen costos fijos que los propietarios tienen que pagar como:
Alquileres, abonos e impuestos sobre los Servicios (luz, agua y gas), impuestos municipales (Ingresos Brutos, ABL), impuestos directos (Sadaic, Aadi, Capif, Sagai), sueldos y aportes.
Es por eso que algunos empresarios sugieren y solicitan que cierre total debe se debe acompañar por un paquete económico de medidas que absorban y redistribuyan las pérdidas entre otros sectores privados, como propietarios y prestadoras de servicios.
“No tenemos perspectivas de que una vez que termine el aislamiento podamos volver a la normalidad porque el tema de la distancia social se mantendrá y quién puede ir a tomar una cerveza solo a un bar”, señaló uno de los empresarios de la cadena de bares.
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