Teresa Álvarez, investigadora del Colegio de la Frontera Sur (Ecosur) expresó su preocupación por el deterioro de la Laguna de Bacalar, en Quintana Roo.
Y es que el vertimiento de aguas residuales, actividades agrícolas, deforestación, basureros, infraestructura turística, escorrentías pluviales y los lixiviados ha causado un deterioro en la calidad del agua.
Así lo dio a conocer la investigadora en un estudio acerca de la calidad del agua y de sedimentos de la conocida como “laguna de los siete colores”.
Por lo que en su estudio se abarcan 10 años de investigación y estudios en diversos puntos de la laguna de más de 40 kilómetros de extensión.
“Se puede apreciar que ha disminuido la calidad del agua sobre todo en el centro y sur de la Laguna de Bacalar. De los elementos que tenemos más claridad cuál es su origen es de los hidrocarburos del petróleo; porque las formas químicas en las que vienen nos pueden decir si es por combustión de vegetación o de gasolinas”, indicó la investigadora.
Finalizó explicando que “en épocas de secas es por combustión de vegetación, porque se quema la vegetación para la siembra; que puede viajar por el viento o ser acarreados por las lluvias, y en épocas de turismo, por las gasolinas de las lanchas que pasean a los viajeros”, explicó.
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